"Nothing in life is to be feared, it is only to be understood. Now is the time to understand more, so that we may fear less." Maria Skłodowska-Curie

Julieta

Julieta
Esplendor en la hierba

miércoles, 5 de agosto de 2015

Los ojos son el espejo del alma

En la entrada anterior os conté como empezamos a trabajar con Julieta el tema de apuntar a los objetos deseados. En esta entrada voy a hacer hincapié a la otra gran estrategia de la comunicación no-verbal. El uso de la mirada para comunicar deseos y sentimientos. A menudo solemos decir "mi madre no tenía que decirme nada, con solo una mirada ya la entendía perfectamente" o bien "mi hermana y yo nos entendemos con sólo mirarnos". Pues bien, siento decepcionar a algunos pero esta peculiaridad sucede al común de los mortales, esta es la forma en que nos comunicamos todos los seres humano. Nos miramos, nos entendemos. 
Es de sobra conocido que un gran problema que los niños con autismo tienen es el hecho de que el niño no mira a los ojos. En términos exactos, el niño evita el contacto ocular. Además de un problema estético a la hora de hacer fotos, todos queremos al típico niño sonriente de postal que mira a cámara, esta circunstacia les supone un problema ya que les impide prestar atención a los otros y por tanto les dificulta un montón el poder imitar comportamientos que son la base para la vida en sociedad. Los protocolos sociales, el lenguaje y, en especial, el procesamiento de las emociones se aprenden mediante la observación de la expresión facial de las personas así que acostumbrar al niño autista a la mirada de los otros siempre ha sido lo que se considera un ladrillo para la construccion de las habilidades sociales más complejas. 
En los niños dentro del espectro esta es a menudo una tarea ardua y difícil en la que los logros que se consiguen son lentos así que hay que afrontarla con mucha paciencia y dispuestos a hacer grandes aspavientos al menor intento del niño. Las causas de esta conducta son, como muchas cosas en autismo, poco conocidas pero se cree que la dificultad viene por un problema de integración sensorial que los niños con autismo a menudo poseen. Muchos adultos con autismo han relatado dificultades a la hora de procesar la información que les llega por los diferentes canales sensoriales por lo que si querían escuchar y concentrarse en lo que los demás decían les era difícil procesar la información visual de la boca moviéndose y viceversa. Otros niños declaran que mirar a personas queridas a los ojos les supone una emoción tan grande que es "como una bola de luz que me ciega". Es por ello que en la actualidad algunos terapeutas cuestionan la necesidad de obligar a los niños a mantener la mirada. Mi opinión personal es que, como en cualquier otra cosa que intentemos enseñar al niño, se debe hacer un análisis del costo-beneficio. En nuestra experiencia personal, el aprendizaje de Julieta mejoró en términos de calidad, cantidad y rapidez cuando Julieta empezó a mirar a los ojos. De hecho suelo pedirle que me mire a los ojos cuando necesito que se concentre en algo o para tranquilizarla si está asustada pero sé que es muy difícil para ellos acostumbrarse. Tengo un amigo dentro del espectro que dice que no empezó a mirar a la cara de la gente consistentemente hasta los 16 años y aún hoy en día, cumplida ya la treintena, a menudo mira a la frente de las personas en vez de a los ojos si no tiene demasiada confianza con ellos. Si al niño le cuesta mucho, o le impide hacer otro tipo de cosas lo mejor es no forzarlo e intentarlo mas adelante porque a veces no es solo cuestión de estimulación sino también de maduración del niño.
Como para casi todo en este mundo del autismo, el blog de "el sonido de la hierba al crecer" tiene una entrada con información muy útil para estimular el uso de la mirada. Nosotros lo trabajamos utilizando el juguete casero que os enseñé en una entrada anterior y también juguetes de piezas. La idea es "incordiar" al niño para que tenga que mirarte. Por "incordiar" entendemos por ejemplo, impedir al niño que ponga la pieza del puzzle que está haciendo o que meta la moneda en la hucha, cerrar la bolsa cuando esta recogiendo los juguetes. La idea es que el niño tenga que levantar la mirada para pedirte que abras la bolsa o el paso de las fichas. El procedimiento es algo así:
Julieta esta haciendo un puzzle tranquilamente. Cuando va a colocar una ficha yo le tapo el hueco con la mano. Julieta intenta desplazar mi mano con la ficha, protestas (muy pequeñas, si son grandes hay que abandonar y buscar otra forma), o bien la niña levanta la mirada o yo busco su mirada y cuando conectamos por breve que sea el contacto quito la mano inmediatamente del hueco para que ponga la ficha. 
Otro ejemplo: Yo tengo la bolsa con las fichas de un puzzle que ya hemos acabado y Julieta está recogiendo una por una las fichas. Cierro la bolsa. Julieta intenta meter la ficha en la bolsa a base de fuerza, yo le digo "mira a mamá", protestas, busco su mirada y cuando conectamos por breve que sea el contacto abro inmediatamente la bolsa y le digo "muy bien que me has mirado".
Al principio nos valia con que Julieta levantase la cabeza y la idea es ir aproximando poco a poco la mirada a los ojos. Con el tiempo el niño irá mirando progresivamente primero a la cara en su conjunto, la frente y finalmente un día.....ta, ta, ta chan los ojos!!!!
Esta manera de trabajar se puede aplicar conjuntamente a la herramienta del dedo que apunta. Ambas son estrategias comunicativas igualmente válidas cuando se trata de la comunicación no-verbal.
La mirada de Julieta


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