"Nothing in life is to be feared, it is only to be understood. Now is the time to understand more, so that we may fear less." Maria Skłodowska-Curie

Julieta

Julieta
Esplendor en la hierba

domingo, 20 de mayo de 2018

Leer entre líneas

En todos los idiomas del mundo existen una serie de frases hechas que tienen mucho que ver con la la cultura de sus hablantes. A menudo estas frases de tan usadas pierden el significado y se convierten en coletillas sin sentido que aplicas a tu discurso para parecer más guay, elegante o culto. Cuando tienes un niño con autismo, empiezas a entender su significado real y empiezas a valorar la cultura a la que perteneces y todo el acervo cultural que ha puesto a tu alcance estos dichos populares. Un ejemplo perfecto de esto es la frase "Leer entre líneas". 

Leer entre lineas se refiere a la necesidad de deducir algo que no está expresamente escrito en el texto pero que se sobreentiende. Tiene mucho que ver con la ironía, la deducción y la inferencia, todas ellas capacidades que presentan grandes dificultades para las personas con autismo. Es impresionante la cantidad de veces que los seres humanos usamos este concepto de leer entre lineas sin darnos cuenta.  A veces es simplemente una figura de cortesía, por ejemplo:  "pues, parece que se está haciendo de noche" cuando en realidad quieres decir "deberíais marcharos ya". Otras veces, leer entre líneas nos protege de personas o situaciones complicadas, por ejemplo: "No es un mal chico cuando lo conoces bien" cuando en realidad quieren decir "es un cabrón con pintas pero es de mi familia y no es correcto hablar mal de él".
Leer entre líneas tiene mucho que ver también con el lenguaje corporal, por ejemplo: "he liado una buena" puede significar "he montado desastre muy grande" o "he montado una fiesta antológica" y depende de la expresión del emisor, del contexto en el que se dice o del grado de conocimiento mutuo entre las personas que están en la conversación. Un ejemplo icónico es el café a las 12 de la noche en casa tras una cita para cenar. De la capacidad de leer entre lineas depende gran parte de la comprensión del lenguaje y cuando se domina esta capacidad podemos decir que el hablante tiene un nivel avanzado de esa lengua. La capacidad de leer entre lineas se estudia en la rama de la lingüística denominda pragmática de la lengua y como os he contado es tremendamente difícil para las personas autistas que suelen ser patológicamente literales.

Con Julieta a menudo tenemos que leer entre lineas. Julieta es considerada una niña verbal aunque como ya os he contado en alguna que otra ocasión, su lenguaje está muy por detrás de los niños de su edad. Para que os hagais una idea, Julieta es capaz de articular frases de hasta 5 palabras pero estas frases a menudo son las mismas, como si fuera un lema que se ha aprendido de memoria. Eso si, estas frases las usa correctamente en el contexto apropiado. Es capaz también de contestar preguntas cuando estas se refieren a algo tangible, es capaz de hacer preguntas que hemos ensayado mucho, por ejemplo: Hola fulanito, ¿como estas?" o "¿donde está papá?", también de pedir cosas que quiere o necesita, "quiero zumo de manzana". A veces Julieta nos sorprende con frases nuevas que después descubrimos que son parte del catálogo de frases que ha aprendido de Pocoyó o Peppa pig. Por ejemplo la nueva frase que tenemos estos días es "es una noche mágica". La verdad es que la usa muy bien porque después de un invierno Bostoniano en el que salir de casa más allá de las 18.00 era un suicidio, estamos en una primavera muy agradable así que todas las noches son noches mágicas y Julieta dice siempre esta frase de noche. En estas ocasiones es cuando uno tiene que leer entre lineas. Con "es una noche mágica" Julieta quiere decir "que bien se está! quedémonos un poquito más!". Estas peculiaridades del lenguaje siempre nos alegran el dia cuando estamos de bajón. Por ejemplo, yo tengo una coletilla que uso cuando juego con Julieta a preguntas y respuestas y es que suelo decir: Si señor! Bueno, pues desde hace unos días cuando Julieta hace algo bien, se/me dice: Es muy si señor!

Leer entre lineas nos ha permitido también conocer cosas de su dinámica en la escuela. Por ejemplo: cada vez que elegimos un vestido, cualquier vestido, para ir al colegio ella me dice muy contenta "como Faye"o "como Georgia". Con esto he entendido que Faye y Georgia son, digamos, las estilistas de la escuela, le gustan los vestidos y muestran orgullosas los vestidos que llevan. Cuando le propongo a Julieta "vamos a jugar con los legos" ella a menudo me dice "como Christopher" con esto he entendido que Christopher es muy bueno haciendo construcciones y que Julieta lo admira por ello.

"Como Georgia"

El problema de inferir con tan poca información es que el margen de error es enorme. Como os he contado la percepción de las personas autistas puede o no coincidir con la percepción del neurotípico. Hay un estudio muy interesante del 2015 acerca de los puntos de atención en una imagen de las personas con autismo y sin autismo que viene a reafirmar que lo que los autistas consideran interesante no tiene porque coincidir con lo que el resto de la población neurotipíca opina. Una terapeuta de ABA me dijo un día que, tras meses pensando que el niño con el que trabajaba conocía la primera letra de su nombre, descubrieron que el niño llamaba "jota" a la doblez del papel en el que estaba impresa esa jota. En los ejemplos anteriores, yo he interpretado que Julieta considera a Faye y Georgia las estilistas de la clase pero podria ser que Faye y Georgia llevasen el mismo vestido que yo le habia puesto a ella el primer día.

La capacidad de leer entre líneas es todavía más importante en niños no verbales. ¿Cómo leemos entre líneas cuando no existen las líneas? Pues usando las sutilezas del lenguaje corporal. Los padres de los niños no verbales suelen usar cosas como el cambio en el comportamiento del niño o en su carácter o en sus hábitos alimenticios para detectar problemas en la escuela o falta de adaptación a alguna terapia. Lamentablemente esto es percibido por algunas personas como preocupaciones sin sentido de unos padres histéricos. Este tipo de opiniones son de una mezquindad que me hace entrar en cólera porque se basan en premisas tales como que los comportamientos de las personas con autismo no siguen ningún patrón concreto o que la única comunicación posible y válida es la comunicación oral. Estos argumentos separan a los autistas de su dimensión humana y les niegan derechos elementales como el derecho a ser escuchados.

Detrás de todos los comportamientos del ser humano, existen causas que explican estos comportamientos. En vez de negar a las personas la validez de sus comportamientos como modo de expresión, esforcémonos en leer entre líneas para descubrir en qué podemos ayudar. Sólo así podremos crear un mundo más justo y habitable para todos.


jueves, 10 de mayo de 2018

Mascotas. Amor, odio o cualquier otra cosa que hay por el medio

Hoy hemos ido con el colegio a visitar el refugio de animales del barrio. Los niños estaban hiperexcitados sólo con la idea de ver perritos y poder tocarlos. Con Julieta el tema de los animales resulta complicado. Estoy segura de que el contacto con una mascota podría hacerla mejorar ostensiblemente en su capacidad para relacionarse con otros niños entre otras cosas porque su reacción ante los animales es muy similar a la reacción que tiene con los niños en el parque. Los observa desde la distancia, no hay cosa en el mundo más interesante para ella en ese momento pero el problema viene cuando se acercan. Es demasiado para ella. No puedo decir claramente si es miedo o ansiedad pero la realidad es que escapa de ellos y busca cobijo en cualquiera que quiera alzarla en brazos.

Hemos trabajado las interacciones con los animales desde que Julieta tenía año y medio y he de decir que a pesar de haber mejorado mucho, todavía estamos lejos de lo que se dice una total familiaridad con los animales. Esta es ademas una de estas habilidades que parecen mejorar por un tiempo pero que, cuando te confías y dejas de trabajarla, parece que sufrimos una regresión. La primera forma de aproximación que recuerdo es pararnos por la calle a saludar a cualquier perrito de nuestros vecinos y tambien recuerdo su reacción de pánico e incomprensión. No importaban los esfuerzos que el dueño del animal o yo misma hacíamos para tranquilizarla ni todas las palabras o el tono que empleábamos para convencerla de que el perrito era amigable, Julieta no podía escucharnos. Precisamente este tipo de reacción ha sido lo que más nos ha animado a seguir trabajando porque las interacciones con animales son algo inevitable y por tanto lo mejor que podemos hacer por Julieta es trabajar su control emocional frente a ellas. Es decir, tu puedes hacer esfuerzos para no llevar a tu hija a ningún sitio donde hay animales pero un día y cuando menos te lo esperas, se te posa una paloma en la cabeza y la hemos liado. Descontrol, pánico, carreras sin sentido y pataleta...así que mejor trabajarlo mientras Julieta es pequeña y relativamente manejable.
Observando la reacción de pánico y bloqueo de Julieta delante de los animales pensé que tal vez necesitase una actividad más interactiva con los animales en la que estar entretenida y concentrada para que con suerte y sin darse cuenta, se sintiese cada vez más relajada en su presencia. Fue entonces cuando se me ocurrió ir a dar de comer a los animales que había en la ciudad.

Pues bien, desde entonces hemos ido a alimentar a las ocas del parque y, aunque parece que a Julieta le gusta mucho esta actividad, solo consigue hacerlo cuando las ocas le dan la espalda.  En el momento en el que se acercan a ella para pedir más pan, Julieta se asusta y se esconde. Es bastante frustante porque allí donde hay  una oca, Julieta nos empuja a ir hacia a ellas pero al mismo tiempo es evidente que les tiene temor.
Como con las ocas habiamos tenido estos resultados tan contradictorios decidimos probar con animales más pequeños a ver si el tamaño del animal podía ser determinante de la respuesta. Así que fuimos sucesivamente a alimentar patos, palomas y gorriones. Los pajaritos de Boston están en un perfecto estado nutricional gracias a nosotras pero la realidad es que no hemos hecho muchos avances con respecto al comportamiento que Julieta tiene con las ocas.
Julieta con los patos en el Boston Common. Octubre 2014

En este momento se hizo claro que había que escalar todavía mas el aprendizaje empezando por intentar entender qué era exactamente lo que a Julieta le daba miedo de los animales. La respuesta nos la dio ella misma. Durante un periodo de tiempo a Julieta le gustaba observar a las hormigas así que yo pensé que quizas ella no las identificaba como animales o que tal vez por su pequeño tamaño ella no las interpretaba como una amenaza. Así que me propuse usar a las hormigas como punto de partida e intentar generalizar esa, digamos, sensación de comodidad que Julieta sentia con las horamigas a otros bichos de tamaño similar. Por ejemplo arañas, mariquitas, escarabajos, caracoles..... Descubrí entonces que Julieta aceptaba las hormigas y los caracoles con facilidad y sin embargo escapaba de arañas y mariquitas así que empecé a pensar que tal vez sus miedos tenían que ver con lo impredecible del movimiento. Es decir, las hormigas tienen siempre un camino y los caracoles son tan lentos que son muy predecibles, las arañas sin embargo saltan rápidamente y las mariquitas vuelan cuando menos te lo esperas.
Tras un tiempo trabajando en esto, hemos llegado a la conclusión que es una cuestión de como Julieta percibe la velocidad de los demás con respecto a su propia velocidad. Julieta lleva en general un ritmo más lento y teme a los animales y a los niños porque ellos van más rápido y además tiene dificultades en predecir su trayectoria. Por ejemplo, Julieta es capaz de dar de comer sin miedo a las gallinas de la abuela cuando están dentro del gallinero porque sabe que no pueden moverse más allá del espacio de la cerca. Despues de 3 años de trabajo lleva bastante bien acariciar conejos o gatos especialmente cuando son pequeños y despues de 3 o 4 días en los que los observa y los mide. Tambien ha probado a acariciar perros de familiares conocidos o algun perro terapeuta que nos hemos encontrado en el Children's museum. Siempre lo hace por el flanco trasero y levanta la mano enseguida si los animales giran la cabeza pero es un comienzo.

Julieta con el gatito de la tia Arita. 2017
Julieta y Gorba. 2017




















Atesoro una foto de este verano en el que Julieta le dió un beso al perro de mi madrina por lo inusual de la escena.
Una joya en el verano del 2017. Julieta y Noski, amigos para siempre.







































He asumido que estas situaciones solo van a producirse tras un periodo de adaptación así que no creo que esto vaya a pasar nunca con animales que no conoce o con los que no tiene una interacción frecuente. De hecho, durante la visita al refugio de animales fué una sorpresa mayúscula cuando quiso tocar a las cobayas, pero tiene sentido porque estaban dentro de un redil en el que además había una voluntaria.

Ahora que llega el verano y los animales parecen estar por todas partes seguiremos trabajando las interacciones. De hecho estoy en la búsqueda de lugares donde practicar terapia con caballos en Massachussetes como una actividad con la que llenar las horas que las vacaciones escolares nos van a dejar libres. He oido cosas estupendas y pretendo hacer una entrada más específica cuando lo probemos. Aunque soy consciente de que puede ser dificil para Julieta, como siempre os he dicho, yo siempre presumo que ella podrá así que sin presiones ni agobios vamos a probar.

martes, 1 de mayo de 2018

Plan educativo individualizado (IEP). ¿Qué es?

En una entrada anterior he descrito el procedimiento para la redacción de los diferentes planes educativos y, aunque todos estamos de acuerdo en que es un rollo, es un momento en el que hay que estar con mucha fuerza porque de ellos depende la adaptación del niño al sistema escolar, su éxito en la escuela o la elección del mejor sistema de aprendizaje para tu hijo.


Julieta aprendiendo las letras. Nuestro periodo de Homeschooling
La educación es un derecho humano reconocido en numerosos tratados internacionales y la gran mayoría de las constituciones del mundo recogen este derecho como un derecho fundamental. Según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU (1976) el estado tiene la obligación de proporcionar la estructura y los recursos para garantizar la educación del niño. Esta educación deberá estar encaminada a: "desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades; Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas; inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya; preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena; inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural."

El derecho a la educación contempla también la libertad de enseñanza. La Declaración Universal de Derechos Humanos proclama asimismo que "los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos" y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reafirma estos elementos postulando que "los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres (...) de escoger para sus hijos (...) escuelas distintas de las creadas por las autoridades públicas, siempre que aquéllas satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o apruebe en materia de enseñanza".

Intentando atender a la variabilidad en la forma en la que los niños aprenden y reflejar las premisas enunciadas por la carta de Derechos humanos, los estados han diseñado diferentes modalidades de educación que van desde la escolarización en casa hasta las escuelas especializadas. Estos modelos buscan adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a los condicionantes específicos del niño. Lamentablemente, no todas estas modalidades están disponibles en todos los países del mundo siendo probablemente la escolarización en casa o homeschooling la más controvertida de todas ellas. 

En el caso de los niños con necesidades educativas especiales, a menudo la enseñanza general  ordinaria como se presenta en el aula es poco útil para acceder al aprendizaje y son  necesarias adaptaciones. Estas adaptaciones son propuestas por el equipo de especialistas que trabaja con el niño y se describen en un documento que se llama plan educativo individualizado (IEP). El IEP se diseña para ayudar al niño durante su paso por el sistema escolar y por tanto su objetivo principal es dotar al niño de las herramientas necesarias para que el niño progrese academicamente y mejore su capacidad de aprendizaje.  En el futuro este documento será la hoja de ruta a seguir por el equipo de terapeutas, la maestra y los especialistas. En este documento tienen que constar claramente, por lo menos:
1- La visión de los padres o el propio alumno para su futuro.
2- La situación actual en el campo académico y funcional.
3- Los objetivos, tanto académicos como funcionales, que queremos trabajar. Estos objetivos deben ser ajustados al alumno, específicos, cuantificables y ajustados al periodo de un año.
4- Los instrumentos que se van a usar para medir la consecución de estos objetivos
5- Las adaptaciones necesarias para obtener dichos objetivos
6- Los servicios terapéuticos o especialistas y su temporalización, frecuencia y duración.

En el caso de autismo, los servicios ofertados dependerán de las necesidades específicas del niño pero, en términos general y referentes a las necesidades del trastorno en sí, lo común es ofrecer servicios de ABA (terapia del comportamiento), OT (terapia ocupacional) y logopedia. Además se ofrece la escolarización inmediata del niño en un grupo escolar para trabajar habilidades sociales.
   
La escolarización en grupo puede darse en 3 modalidades en función del grado de dependencia que el niño tenga: clase ordinaria en régimen de integración con niños neurotípicos, clase segregada en aula  específica de autismo, clase segregada en aula no especifica. La ley obliga a que la escolarización debe producirse en el ambiente menos restrictivo posible en el que el niño pueda estar después de proporcionarle los apoyos necesarios. Es decir, se aboga por la integración siempre y cuando esta sea posible y beneficiosa para el niño. En casos en los que no sea posible la integración en su totalidad, el equipo educativo debe justificar los periodos de tiempo en los que el niño se encuentra separado de su clase, bien en un aula específica o bien trabajando en solitario.

Una de las dudas que a menudo tenemos los padres de los niños con autismo es si la cantidad o frecuencia de las horas de terapia es suficiente para ayudar al niño. Como ya he contado anteriormente, los estudios en el campo hablan de "terapia intensiva" estableciendo un  número de horas que va desde 25 hasta 40 horas semanales (Anderson y colaboradores 1987Eikeseth y colaboradores 2002Howard y colaboradores 2005). En la realidad este número de horas es poco realista con lo que la escuela pública puede ofrecer, especialmente en clases donde se aboga por la integración. 
En los casos de educación en la modalidad ordinaria, es decir clase integrada, el número de horas de ABA que se ofrecen es, en general, 5 horas semanales a las que hay que añadir otra hora más de logopeda y con suerte 30 minutos de OT. Esto hace un total de 6.5 horas semanales de terapia 1:1 con el niño.
En caso de elegir la modalidad de aula específica de autismo, lo normal es recibir un número mayor de horas de terapia de ABA ya que, en general, en estas clases el ratio de alumno profesor es menor y suele haber 1 terapeuta/profesor por cada 2 niños. 
En Estados Unidos, como ya os he contado, la terapia de autismo hasta los 21 años tiene que ser cubierta por el seguro médico así que muchos padres toman la decisión de pasar de los servicios que ofrece la escuela pública y llevan a sus hijos a una escuela privada con la terapia pagada por el seguro médico. En estos casos si es posible obtener esas 25 horas semanales que la bibliografía recomienda.

En mi experiencia, la decision acerca del número de horas de terapia individualizada debería estar en función de las capacidades y caracteristicas del niño y también del momento escolar en el que el niño se encuentre. Nuestra labor como padres es estar pendientes de las necesidades del niño especialmente en aquellos momentos de cambio como son la entrada a un nuevo colegio o a un nuevo ciclo escolar o la adaptación a una nueva profesora. Por poneros un ejemplo: Cuando nosotros redactamos el primer IEP, nuestro objetivo era que Julieta entrase en una clase integrada incluso sabiendo que ibamos a recibir menos horas de ABA. En ese primer IEP se nos ofreció lo estándar (5 horas ABA+ 1 h de logopedia + 30 mins de OT), sin embargo yo consideraba que no eran suficientes así que emprendí una batalla con el distrito escolar y conseguimos incrementar el número de horas de ABA que recibimos hasta las 7.5 horas semanales. 
En la actualidad Julieta recibe un total de 9 horas de terapia personalizada en la escuela entre ABA, logopedia y OT. Estas horas ayudaron mucho a Julieta durante el periodo de adaptación a la clase sin embargo ahora mismo creo que estas horas son suficientes y estamos pensando incluso en disminuirlas. En el diseño de la terapia de Julieta, los terapeutas y yo siempre hemos estado de acuerdo en que la mejor terapia es aquella que está abocada a la extinción. Ese es el motivo por el que mantenemos a Julieta en una clase integrada, porque queremos que Julieta reciba toda la ayuda posible para ayudarla a su la adaptación a un mundo en el que ella se pueda mover independientemente en un futuro. El poder decir alegremente que estamos pensando en reducir las horas de terapia individual es algo que vemos como un gran logro del modelo de intervención en la escuela.   
El colegio de Julieta. Mendell Elementary School.
Otra cosa a tener en cuenta es que a las horas de la escuela, hay que añadir las horas  de terapia que el seguro médico paga fuera de la escuela. Por ejemplo en nuestro caso, nosotras recibimos logopedia privada (50 minutos en 2 sesiones) y ABA (6 horas semanales). Por motivos de agenda en la actualidad Julieta ya no recibe las 6 horas de ABA privado pero a efectos informativos os comento que el numero de horas máximo que Julieta ha recibido durante el periodo escolar es alrededor de 16.5 horas semanales (9 h en la escuela +7.5 h privadas). Como veis un número bastante alejado del mínimo de las 25 horas semanales propuestas. 

Otro de los grandes interrogantes a los que se enfrentan los padres es el modelo de escolarización. Como ya os he contado, en nuestro caso, las evaluaciones determinaron que Julieta estaba preparada para seguir el curriculum estándar en una clase integrada dentro de la red de escuelas publicas de Boston. Este era además nuestro deseo como padres asi que todos contentos. Sin embargo no descartamos ninguna de las otras posibilidades de escolarización si en un futuro consideramos que las demandas en el cole son demasiado elevadas o si vemos que Julieta no es feliz. En este sentido, la primera de las posibilidades que barajamos porque consideramos que podría ser una herramienta muy útil para luchar contra el bulling, adaptar el ritmo de de enseñaza a la capacidad de aprendizaje del niño o dificultades de moviliad del estudiante, es la escolarización en casa. Lamentablemente esto no es posible en España sospecho que por desconfianza de un modelo que, al no estar tipificado legalmente, descarga en los padres toda la responsabilidad de la educación (o no educación) del niño. Esta postura podria tener un cierto sentido en la España de postguerra donde el índice de analfabetismo era muy elevado pero carece de sentido en la España del siglo 21 donde existen una gran cantidad de licenciados universitarios trabajando en empleos muy por debajo de su capacitaciòn profesional. En fin, creo que las excusas para seguir ignorando la regulación de esta modalidad de enseñanza responden más como siempre a temas presupuestarios para no invertir en un sistema que ha dado buenos frutos en países donde está totalmente normalizado. Un buen ejemplo de ello es el reciente estudio de la National Home Education Research Institute donde apuntan que los resultados de los estudiantes estadounidenses en la modalidad de homeschooling son entre un 15-30% mejores que los de sus coetáneos escolarizados en escuela tradicional. Esta tendencia es especialmente marcada en la poblacion negra cuyos resultados eran en comparación con los menores escolarizados tradicionalmente en escuela,  fueron hasta un 42% superiores (Ray, 2015). 
En Estados Unidos además la escuela tradicional suele apoyar allí donde no llega el homeschooling. Así, los servicios de especialidades que constan en el IEP tienen que ser respetados independientemente de decidir hacer homeschooling con el niño. Es decir, el niño recibe su formación académica en casa y acude a la escuela unas determinadas horas para recibir horas de terapia por parte de los especialistas. En el pais que siempre se pone de ejemplo como modelo de calidad de enseñaza, Finlandia, el homeschooling es legal y está sujeto a examenes de grado y evaluaciones anuales para superar los cursos. Sistemas similares suceden en Francia, Letonia, Polonia, Hungría, Portugal... 


Si una planta no florece, cambiamos el ambiente, no la planta.

miércoles, 25 de abril de 2018

Planes educativos. ¿Cómo se hacen?


Como ya he contado en alguna ocasión, residimos en la actualidad en Boston (USA). Julieta nació aquí en Marzo del 2013 y su diagnóstico fue hecho también aquí. Boston es nuestro hogar y así lo sentimos todos en mayor o menor medida. 
En septiembre de 2014, Julieta fue referida por el pediatra a atención temprana debido a su retraso en el desarrollo del habla, y en noviembre se hicieron las evaluaciones correspondientes que acabaron en un IFSP (Individual Family Service Plan) en el que se nos ofrecía apoyo en las áreas del desarrollo en las que Julieta presentaba retaso, resumiendo brevemente, logopedia y la inclusión en un grupo social. En Enero de 2015 empezamos los servicios de atención temprana y en Marzo de 2015 llegó el diagnóstico final de autismo. En Mayo, la gente de May Institute se unieron al equipo de atención temprana para darle servicios de ABA (Applied Behavioral Analysis) y con esto se completaban los servicios que constituían el IFSP. 

Cuando Julieta entró en el colegio, ese IFSP, que para entendernos, es el plan educativo por el que se tiene que regir la atención temprana, se convirtió en el IEP (Individualized Educational Plan). El IEP es un documento bastante extenso que el distrito escolar redacta para, en esencia, describir los servicios de atención que hay que ofrecer al niño. En esta entrada y en otra posterior voy a hablar más en detalle de en que consiste un IEP y los pasos necasarios para su redacción pero si me he parado en hacer esta pequeña cronología ha sido para contaros que los modelos de intervención en niños con necesidades educativas especiales se tienen que regir por planes educativos que se diseñan específicamente para ellos y que a menudo van concatenados desde antes de que el niño empiece el colegio. No valen planes heredados de otros niños, o otras escuelas, o otros maestros.... Los experimentos los dejamos para las universisades y los centros de investigación. Nuestros niños se merecen la mejor de las atenciones como seres únicos y especiales que son y es nuestra obligación como sociedad asegurarnos de que esto sea así.

Bien, hechas las aclaraciones pertinentes, cuando un niño con necesidades educativas especiales cumple los 3 años, el distrito escolar tiene la obligación de proporcionar los servicios necesarios para el desarrollo del niño durante su paso por la escuela. Para ello, entre 1 y 2 meses antes del cumpleaños del niño, al niño se le adjudica una trabajadora social que será la coordinadora del equipo de terapeutas que harán las evaluaciones del niño en las áreas de desarrollo afectadas por su discapacidad. Estas áreas de desarrollo tienen que estar claramente especificadas en una carta diagnóstica del pediatra especialista del menor. En nuestro caso, el equipo de terapeutas que evaluaron a Julieta estaba constituido por un psicólogo infantil, una logopeda, una pedagoga, una terapeuta ocupacional y una terapeuta del comportamiento. 
Tras las evaluaciones, la coordinadora convoca al equipo terapéutico y a los padres a una reunión donde se expondrán los resultados de los tests y se diseñará el plan educativo individualizado (IEP) que regirá la intervención durante el periodo escolar. Los padres tienen voz y voto en la redacción del documento y pueden invitar a quien consideren oportuno a la reunión, terapeutas privados, el pediatra del niño, su abogado, los abuelitos....En los informes de las evaluciones de cada uno de los terapeutas tiene que constar los datos de contacto de la persona que realizó a evaluación, la fecha de la misma, el tipo de test utilizado, el rendimiento actual del niño y el estándar esperado para su edad para cada una de las habilidades medidas. Estos informes deben entregarse a los padres al menos 48 horas antes de la reunión para que tengan tiempo de leerlos y comentarlos con personas de su confianza. En nuestro caso, nosotros recibimos casi todos informes de las evaluaciones el mismo día de la reunión e incluso algunos terapeutas las estaban imprimiendo mientras nosotros nos sentábamos. Un caso extremo fue la terapeuta del comportamiento que no acabo la evaluación, no se presentó a la reunión y ni siquiera presentó el informe pero si dió recomendaciones a través de la coordinadora. Por su desfachatez y su falta de profesionalidad, esta mujer merece una entrada aparte que haré bajo el titulo: Calidad de las terapias y personas de dudosa calaña moral. 

 
Cuando se produce un caso de negligencia, como no entregar a los padres los informes a tiempo, se puede impugnar la reunión y fijar otra fecha para la misma. Nosotros no lo hicimos por los siguientes motivos: 1) Los servicios de apoyo no empiezan a recibirse hasta que los padres firman el IEP así que todas las dilataciones en los tiempos sólo perjudican al niño y, 2) yo estaba durante las evaluaciones de Julieta con lo que conocía los resultados de primera mano y además la mayoría de los especialistas comentaron conmigo la prueba inmediatamente antes de redactar el informe. En un plazo de 15 días desde la reunión, los padres reciben en casa el IEP que tiene que ser firmado y devuelto a la coordinadora para empezar los servicios. Una vez que los padres reciben el IEP pueden pasar 3 cosas: 1) Que los padres acepten el IEP en su totalidad. En ese caso los servicios empiezan inmediatamente, 2) que los padres rechacen una parte del IEP, por ejemplo, el lugar donde se va a escolarizar al niño. En este caso se convoca de nuevo al equipo para para que los padres expongan sus razones para el rechazo y aporten los documentos que ellos consideren oportunos que apoyen sus peticiones como cartas del neuropediatra o informes de terapeutas externos al distrito escolar. En ocasiones, si se demuestra que se han ignorado determinados aspectos en las evaluaciones, el distrito escolar tienen la obligación de pagar las pruebas que los padres han realizado con expertos externos. Con la nueva documentacion sobre la mesa, se establecen correcciones oportunas al IEP anterior y, 3) que los padres rechacen totalmente el IEP. En este caso el procedimiento es similar al anterior salvo que el IEP queda invalidado y hay que redactar un nuevo IEP desde cero.   

Como veis, el proceso de redacción del IEP es bastante complicado y puede irse perfectamente de madre si algún miembro del equipo es poco profesional  o si la actitud frente a la reunión no es la correcta. En mi experiencia para que el proceso vaya bien se requieren altas dosis de paciencia, capacidad de negociación infinita, buen asesoramiento, conocer al dedillo las leyes de educación y discapacidad y estudiar, estudiar y estudiar......y sobre todo pensar en lo mejor para el niño.  Estar abierto a escuchar posibilidades sin hacer prejuicios de antemano y cubrirse las espaldas con documentación que respalde tus demandas siempre ayuda. También lo hace el prepararse un pequeño texto con lo que queremos decir, ponerlo por escrito y leerlo en la reunión como introducción a las evaluaciones. Otro buen consejo es ir preparado para hacer muchas preguntas acerca de lo que han visto en el niño y comentar las preocupaciones que tienes como madre acerca de su desarrollo y sus capacidades. 



Si vis pacem, para bellum (Si quieres la paz, prepárate para la guerra)

jueves, 19 de abril de 2018

Aprovechando las ventanas de oportunidad

Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana.
 En el mundo del autismo a menudo se habla de ventanas de oportunidad. Se entieden por ventanas de oportunidad aquellas circunstancias que favorecen la adquisición de nuevas habilidades en el niño y que, por tanto, pueden y deben ser aprovechadas para maximizar el aprendizaje. Recientes investigaciones apuntan que el cerebro es un órgano dinámico y que la capacidad de aprendizaje no se pierde nunca. Esto explica porque podemos aprender un nuevo idioma o podemos desarrollar las capacidades para emprender un nuevo empleo cuando somos adultos. Sin embargo no existe duda alguna de que  las curvas de aprendizaje de los niños son impresionantemente rápidas si las comparamos con las curvas de aprendizaje de los adultos.

Se cree que el cerebro de los seres humanos se desarrolla en un 80% en los tres primeros años de vida y en los dos siguientes años se desarrolla un 10% más de forma que a los 6 años prácticamente el cerebro está formado en su totalidad. Es por ello que durante la primera infancia el cerebro del niño es particularmente sensible a la estimulación y susceptible de ser alterado en su funcionalidad. A esta característica del cerebro se le llama plasticidad cerebral y en ella se basan las terapias que se denominan de "atención temprana". Los padres de niños dentro del espectro autista que, afortunadamente, han sido diagnosticados precozmente, sabemos de la importancia de aprovechar esta ventana de oportunidad.

La segunda ventana de oportunidad nos la da la observación de tu hijo. Los niños dentro del espectro a menudo son difíciles de leer. Algunos no interaccionan con sus padres, otros tienen intereses muy restringidos, o no prestan atención al aprendizaje, o son hiperactivos.... Cuando nosotros empezamos a trabajar con Julieta su atención era bastante reducida y sus intereses eran bastante limitados. Pocoyo, la teta de mamá, subir escaleras y escalar muebles, explorar practicamente todo con la boca y meter y sacar juguetes de una caja... En aquel momento con el embelesamiento de padres primerizos, encontrabamos estos comportamientos fascinantes, pero la realidad, supimos después, es que a esa edad, Julieta debería estar haciendo juegos más variados e imaginativos.

Julieta en sus dos actividades favoritas: Escalar ventanas y Pocoyó. Doble diversión.

Cuando Julieta nació, mucho antes de que esto del autismo fuese una posibilidad, nos comprometimos con un modelo de crianza. En la web existen paginas de todo tipo defendiendo acérrimamente modelos de maternidad de todo tipo. La agresividad con la que las posturas se defienden es algo que a mi personalmente me molesta pero entiendo que este debate en las redes no es más que el debate que existe actualmente en la sociedad. En nuestro caso nosotros nos decidimos por un modelo de crianza, digamos que, natural. Hicimos lactancia materna y colecho con Julieta. Yo me vi obligada a retirarle el pecho a los 2 años, coincidiendo con el diagnostico, porque ambas teniamos problemas de sueño derivados de la lactancia. Julieta estuvo durmiendo en nuestra cama hasta que se hizo tan grande que era incómodo y en nuestra habitacion hasta los 3 años, momento en el que empezó el colegio. Creo firmemente que este tipo de crianza, supuso un entrenemiento en conductas afectivas y apego en Julieta. Sin saberlo estábamos empezando a estimular relaciones de querencia humana.
Esta capacidad de sentir apego facilmente nos permitió empezar terapias de ABA realmente pronto. Julieta enseguida encajaba con los terapeutas y disfrutaba recibiendo halagos y cariños lo cual no es especialmente común en niños dentro del espectro. Mi experiencia con respecto a la lactancia y el colecho con respecto al desarrollo de Julieta es muy positiva y la recomiendo con entusiasmo cuando alguna madre primeriza me pregunta al respecto sin embargo creo que, como en muchas otras cosas que rodean a la maternidad, cada familia debe decidir que es lo apropiado para ellos. Hagámonos un favor y dejémonos de vivir estresados por lo que la mayoría considera "lo correcto", animémonos a probar cosas nuevas y disfrutémos de nuestra maternidad sin presiones.

Usar las ventanas de oportunidad personalmente me ha ayudado bastante aunque en ocasiones me ha dado también algunos quebraderos de cabeza. Al principio, inmediatamente tras el diagnóstico, usé el límite de los 3 años como una fecha tope de entrega. Como si enviarla al colegio fuera el fin de mi trabajo como madre. Me levantaba por las mañanas pensando en todo lo que tenía que hacer para que Julieta llegase a los 3 años dentro del nivel esperado. ERROR. Si bien el tener una fecha tope me ayudaba a organizar mi trabajo con Julieta, también me generaba mucha ansiedad cuando las cosas iban más lentas de lo que mi horario había planeado.

Algo similar sucedió con una de sus actividades favoritas que si bien nos ha ayudado muchisimo a modelar comportamientos adecuados en Julieta, también ha supuesto a menudo una fuente de obsesión. Estoy hablando, como no podîa ser de otro modo, de Pocoyó. Tras el diagnóstico, lo eleimineé de nuestra vida porque Pocoyó era tan absorvente de atencion para Julieta que usarlo de forma restringida o como recompensa alimentaba la posibilidades de tenerla enfadada cuando se lo quitabamos asi que hicimos lo que otros padres hacen con el chupete, se lo quitamos radicalmente. Desde entonces Pocoyo ha vuelto a nuestras vidas primero limitado a pequeños eventos sociales como salir a comer fuera o alguna celebracion familiar y después como herramienta para el idioma con Julieta. He intentado incrementar el numero de cartoons que Julieta ve, hasta ahora con poco éxito. Le gusta Pocoyó y Peppa pig y digamos que tolera ver otros dibujos si sabe que después viene uno de los anteriores... Intentamos crear apredizajes en la vida real a partir de episodios de Pocoyo, y lo usamos de referencia para explicarle situaciones cotidianas, "Esto es como en el episodio de Pocoyo donde iban al médico...". Julieta ha mejorado su capacidad para crear juego a partir de Pocoyo. Imita episodios completos y conoce el funcionamiento de muchas cosas porque lo ha visto en Pocoyo y Peppa Pig. En mi opinion es un buen tamdem porque Pocoyo se refiere al comportamiento en la esfera social con amigos y Peppa Pig es un reflejo de la vida familiar. Pero el uso de estas herramientas es muy controvertido porque es dificil controlar con seguridad que el tiempo que el niño pasa viendo dibujos animados, puede ser facilmente fuente de disputas y siendo sinceros, aunque son fuente de aprendizaje, tambien lo son de autoestimulacion/autoregulación. Julieta no presenta las tipicas estereotipias del autismo como el aleteo de manos o girar sobre si misma pero podria ver el mismo episodio de Pocoyo compulsivamente durante horas. Este comportamiento no es diferente al balanceo continuo frente a una pared y si bien a veces es necesario, se debe controlar mucho la exposición. En la actualidad usamos Pocoyó o Peppa Pig como recompensa tras un buen dia de trabajo, en ocasiones en las que necesitamos que ella este ocupada independientemente por un rato o en eventos sociales que serian muy dificiles para Julieta sin ese mecanismo de regulación. Ella ha parecido entender el contexto y, aunque no pierde la oportunidad de recordarnos que es su actividad favorita, tampoco se enfada cuando le decimos que tiene que trabajar para conseguir sus minutos de Pocoyó.

Usar los los intereses que Julieta tenía fue vital en los primeros momentos para comenzar a estimular. Lo cuento como un consejo pero debería decir en realidad que no existe otra forma de hacerlo. Que a Julieta le gustaba meter y sacar cosas, pues modelamos ese comportamiento en algo productivo como un puzzle o un separador de figuras. Con esto aprovechabamos para trabajar las peticiones, pero también los colores y las formas y la atención. Que a Julieta le gustaba subirse a los muebles, nosotros diseñabamos actividades para aprender a seguir órdenes sencillas que implicasen subir o bajar o seguir a mamá por el bordillo de la acera. Que a Julieta le gusta Pocoyó, pues compramos libros de activiades de pocoyó, aprendemos a escribir su nombre o pintamos con los colores de los dibujos...Ya se sabe, si no puedes con tu enemigo, únete a él. 

viernes, 13 de abril de 2018

Julieta juega al cinquillo

Julieta juega cinquillo. Este es uno de esos pequeños hitos del desarrollo que pensé que podríamos no alcanzar nunca. Estoy muy contenta y emocionada y quería compartirlo con vosotros. 
Los que me conocéis desde la adolescencia sabéis de mi pasión por los juegos de cartas. Me encantan, y considero además que son un herramienta educativa fabulosa. Mejora las matemáticas, la atención, la estrategia, la planificación y la resolución de problemas. Y además son divertidos. Siempre me había imaginado jugando con mi hija las cartas como mi madre y mi abuela han jugado conmigo innumerables veces. Las cartas me han acompañado durante mi niñez y mi adolescencia. Han sido para mi fuente de sociabilización y han mejorado mi autoestima social. Durante algún tiempo no sabía si esto iba ser posible con Julieta. Ha sido toda una alegría. 

Jugar al cinquillo supone una serie de pequeñas victorias para una niña de 4 años. Para empezar, es necesario un cierto dominio de los números y  además se necesita entender el concepto de turno... Y la paciencia necesaria para esperar.
A Julieta le gustan las matemáticas. Disfruta recitando y escribiendo los números. La predecibilidad de lo que viene después la calma. Le gusta el orden y desde los cuatro años suma perfectamente y está empezando a restar. En el aprendizaje de las matemáticas hemos pasado por momentos bastante críticos que ha superado con más o menos dificultad. Aprender los números a mí me parecía una herramienta estupenda para poder trabajar conceptos más complicados como el tiempo, tiempos de espera, orden de las cosas o de los acontecimientos rutinas diarias, los horarios en general así que yo empujé mucho el desarrollo de esa habilidad desde el principio. 

Julieta aprendió los números muy pronto pero tenía dificultades recordar algún número (se le trababa el 4) o con el concepto de cantidad. Para trabajar esto hay un montón de recursos en internet, a nosotros el que nos funcionó fueron los puzzles y los típicos libros de contar. Alrededor de los 2 años y medio reconocía cantidades y las relacionaba con el número correspondiente. 
El concepto de la suma fue relativamente fácil para Julieta. Lo trabajamos con las cuentas de un collar y lo pilló enseguida. Aunque Julieta parecía tener un domino de los números bueno hay ciertas carencias que indican que su aprendizaje es de "otra manera". Por ejemplo, Julieta estaba sumando y al mismo tiempo no entendía el concepto de mayor y menor, más cantidad o menos cantidad. En este concepto estamos todavía trabajando,  casi 5 años después. 

En internet vi una idea de Rolloid para trabajar más, menos o igual con las cartas del uno (siento no poder poner la fuente, lo haré si la encuentro). Básicamente, se sacan dos cartas y se clasifican en unos vasos marcados con el +, el - y el =. Nosotros tenemos en casa cartas de póker y baraja española así que me propuse copiarlo dejando las figuras fuera. Julieta lo entendió enseguida. Anteriormente lo había intentado antes con cuentas del collar, fresas, cheerios, chips de chocolate...y Julieta seguía teniendo dificultades. No estoy segura de que en aquel momento estuviese preparada para entenderlo porque en Julieta las cosas funcionan al ritmo que ella marca y no al que marcan las tablas oficiales, pero tambien puede ser que las cartas la motiven más. En cualquier caso lo ha entendido.


Cuando descubrí que a Julieta le gustaban las cartas, el paso al cinquillo fue de lo más natural.  Empezamos primero casificando las cartas por palo. Quité las figuras de la bataja al principio para simplificarlo al máximo. Después elegimos dos palos (rojo y negro, en la baraja de poker), buscamos los 5 juntas y empezamos a colocar como si fuera un puzzle, ahora tu, ahora yo. Ella busca entre sus cartas la siguiente para colocar, coloca sus cartas, espera a que yo colque la mia... La idea de los turnos en el juego fue de las primeras cosas que empezamos a trabajar con Julieta y hemos invertido todos una gran cantidad de energia y tiempo. Lo hemos abordado desde diferentes ambientes, en casa, en el colegio, desde el logopeda a la persona de ABA. Ha sido duro y a veces muy frustrante, pero es uno de esos ladrillos que uno necesita para poder lograr juegos de mayor complejidad, asi que no se puede abandonar. Además es tremendamente útil para construir juego coperativo en la escuela y sociabilizar con otros niños.



jueves, 29 de marzo de 2018

Julieta cumple 5 años

Mi querida niña,

Hoy cumples 5 años de juegos, risas y emociones. Hace 5 años empezamos a descubrir la maravillosa persona que vive en ti y no puedo decirte con palabras lo orgullosa que me siento de tu manera de ser, de tu personalidad y de tus extravagancias. Eres un ser humano extraordinario y único que ha traído color, alegría y mucha música a mi vida. Desde que te tengo siento que se me han abierto las puertas a un universo desconocido en el que los sentimientos nos conectan a otros niveles que eran invisibles para mi. Son los lazos del amor a las crías que conectan humanos y animales en un mismo latir vital. 

Espero con expectación el momento en el que el mundo, ese gran mundo que existe ahí fuera, tenga la suerte de conocerte. Espero que tu visión, tu talento y tu sensibilidad sea apreciada como se merece porque tu mirada dibuja un mundo muy bonito, inocente y especial. Porque tus amores vienen desde la entraña y no están sujetos al reconocimiento, las modas o el mainstream y, porque tus emociones son tan grandes que lo inundan todo.


Hoy como cada año renuevo mis votos para hacerte una persona feliz. Prometo acompañarte en este viaje de descubrimiento y ayudarte a interpretar un mundo demasiado artificioso y caótico para todos. Me comprometo a pelear por ti y por tu bienestar y a trabajar para hacer que la comunidad entienda y acepte las diferencias porque creo que te lo debo a ti y a todas las minorías que habitan en el mundo. 

Espero ser merecedora de tu risa y tu afecto. 

Besos 

Mamá.
La vida de tu mano es mucho mejor.


lunes, 19 de marzo de 2018

Consejos a los recién diagnósticados

Hoy hace exactamente 3 años que recibimos el diagnóstico de Julieta. Recuerdo la tristeza enorme que parecía empañarlo todo. No había sorpresa, ni decepción, ni rabia. Todo aquello lo habíamos pasado ya....Solo una pesadumbre infinita, pesada y plomiza.  
Recuerdo saber lo que iba a pasar y recuerdo no querer escuchar más. Yo que había pasado los últimos 5 meses leyendo sin parar, sin destino, sin razón sólo para acallar los gritos de mi cabeza. Esos gritos que volvían a mi cabeza cuando no estaba ocupada con aquellas lecturas interminables. Yo que lo sabía todo y no sabía nada al mismo tiempo, que había repasado los síntomas millones de vez buscando una salida que, como en los libros de elige tu propia aventura, me permitiese volver al principio. Recuerdo preguntarme a mi misma que pose debería adoptar, que era lo políticamente correcto en estos casos. Qué haces? Te vas diciendo:- Pues muy bien, lo que suponíamos, ahora déjeme llorar un rato y ya si eso vuelvo otro día. Pues no, asientes y escuchas descolocada sabiendo que debes preguntar pero no quieres porque todo te parecen obviedades y las respuestas que buscas no están allí. Es más, las respuestas que buscas son del tipo: Si quieres que Julieta se tome una pastilla para no tener autismo, vete a la pagina 3 y sigue leyendo.
  
Desde entonces he tenido tiempo para ordenar mi cabeza, cambiar mi perspectiva, trabajar mucho con Julieta y aprender mucho, mucho más de lo que creía saber. Ya no tengo esa tristeza inmensa sino por el contrario una gran esperanza en el futuro a lo que ha ayudado tremendamente el ver la evolución de Julieta en estos tres años. No me considero una experta en autismo pero de todo lo que hemos pasado hasta este momento he extraído una serie de enseñanzas que me gustaría que alguien me hubiera dicho en el momento que recibimos el diagnóstico. Algunas de ellas de hecho seguro que me las contaron, simplemente yo no estaba en condiciones de oírlas:

1-Antes de nada, respira. Esto no es más que la confirmación de algo que estaba pasando. Tu hijo sigue siendo el mismo niño que tenías antes de entrar en la consulta, con sus fortalezas y sus limitaciones pero, al poder ponerle una etiqueta, podrás encontrar ayuda especializada. Existen un montón de padres que batallan durante años con dolencias desconocidas y la sensación de estar perdidos continuamente. En nuestro caso afortunadamente existe un montón de literatura científica acerca de terapias que funcionan y terapias que no.

2- Tu eres la persona que mejor conoce a tu hijo, esto significa que vas a ser la persona más indicada para decidir que tipo de terapia va a funcionar. Tu labor ahora es buscar toda la información posible acerca de tratamientos médicos, actividades educacionales, terapias... Mantenerte informada y activa es lo que más puede ayudar a tu hijo.

3- Prepárate para luchar. Es un hecho que en el mundo de la discapacidad siempre podría haber más apoyo del que realmente hay pero lamentablemente esto es algo que no depende de nosotros directamente. Si lo es sin embargo nuestro empeño en encontrar actividades, becas, ayudas y terapias que estén a nuestro alcance. Aboga por una terapia específica para tu hijo y no adaptaciones de dudosa efectividad, si van a darte pocas horas, que por lo menos sean de calidad. Siempre es una buena idea acercarse a las asociaciones de autismo de la provincia/región/estado para encontrar familias en tu misma situación y crear una red de apoyo. Mantenente activo en la búsqueda de actividades para niños en el barrio. Exige actividades diseñadas para ellos en los programas de fiestas del ayuntamiento o en las ludotecas. Trabajar mano a mano con la escuela o denunciar/apoyar las denuncias que existan contra la discriminación puede hacer que tu panorama cambie a mejor.

4- El autismo es más común de lo que crees. El ratio del autismo es de 1 cada 68 niños esto significa que estos niños están ahí en el mundo y lo han estado siempre aunque para nosotros resultasen invisibles. Desde que tenemos el diagnóstico de Julieta me he convertido en una especie de wikipedia a la que consultar cuando existen dudas en el desarrollo de algún niño cercano o en el colegio. Hay un montón de niños de preescolar que presentan desarrollos diferentes o directamente retrasos en el desarrollo. No estamos solos, de hecho en algunos países como Estados Unidos, el trastorno es tan común que existen leyes que protegen a las personas autistas específicamente.   

5- Empieza la terapia lo antes posible. Los estudios dicen que uno de los predictores más importantes del progreso del niño es la edad en la que el niño empieza la terapia. La estimulación temprana hasta los 6 años está cubierta por la sanidad pública o la escuela en casi todos los países desarrollados y esto es debido a que su efecto es incontestable en la calidad de vida de los adultos con autismo y sus familias. La teoría dice que la terapia de estimulación temprana debería ser individual, específica para el niño e intensiva, es decir, cuantas más horas mejor.  

6- Celebra todos los logros obtenidos. Esta es una carrera de fondo y necesitas estar motivado. En muchos casos el desarrollo es lento y requerirá de una buena dosis de paciencia y trabajo. Tener la cabeza en el futuro está bien para tener una hoja de ruta pero no olvides nunca de que el tiempo vuela y hay que disfrutar de nuestros pequeños antes de que ellos no quieran disfrutar de nosotros. 

   







jueves, 15 de marzo de 2018

Los pequeños ayudantes

Todos necesitamos sentirnos útiles. Como seres humanos, nuestra realización personal pasa por hacer cosas para los demás, aunque el resto del mundo no entienda el por qué, aunque parezcan inútiles a la sociedad. Esta pulsión es especialmente grande en los niños, no importa qué tipo de niños ni qué etiquetas tengan.   
Durante el desarrollo, en algún momento entre los 18 meses y los 2 años, los niños se convierten en pequeños ayudantes y los padres perdemos la cabeza pensando en el incordio que esto supone para la rutina diaria. En los niños con autismo, esta necesidad de agradar a los demás no es tan evidente o mejor dicho, está oculta en su interior, escondida y ni ellos mismos la conocen. En mi experiencia, sin embargo, no conozco un niño que responda de alguna forma a los halagos y los cariños por el trabajo bien hecho. Algunos niños sólo sonríen tras acabar la enésima hilera, otros te miran, algunos te sonrien, o te llevan de la mano y los neurotípicos a menudo te acribillan a preguntas esperando tu adulación. Esta necesidad infantil de agradar de nuestros niños nos enternece y al mismo tiempo nos aterroriza por los peligros que supone.  
Julieta empezó enseguida a hacer la colada conmigo. Desde los dos años empujaba la bolsa de la ropa y metía las prendas dentro de la lavadora. Las primeras veces era casi una fiesta. Aunque no era muy expresiva, podias notar claramente que se sentia orgullosa de su trabajo y lo más importante, que le gustaba hacer algo conmigo. Con el tiempo ha perdido parte de su entusiasmo pero aún le gusta venir a hacer la colada, poner el detergente y meter las monedas en la máquina. Lo de meter la ropa en la lavadora, es harina de otro costal. Empieza con alegría pero según va avanzando la tarea, pierde un poco el interés y necesita recordatorios continuos y redirigirla porque se despista.
Cuando la lavadora es más grande que tú
También me ayuda doblando la ropa. El doblado en sí mismo es muy complicado para ella pero con el tiempo ha ido mejorando y las camisetas las dobla que es una monada....y coloca la ropa en su sitio. Gracias a esta actividad hemos trabajado los lugares de la casa, el nombre de las prendas de ropa y de las partes del cuerpo y los posesivos (mi camiseta, la camisa de papá, los pantalones de mamá....) 
Otras tareas que Julieta hace en casa son pasar la aspiradora cuando acabamos de recortar, tirar cosas a la basura, recoger sus juguetes, poner la mesa...en algunas de ellas necesita ayuda o supervisión pero estas actividades la siguen haciendo sentirse bien y lo más importante la acostumbran a prestar con atención. 
Darle tareas a los niños les ayuda desarrollar las habilidades motoras y la planificacion del trabajo. Les permite asumir responsabilidades, fomenta la autoestima y nos permite tener un momento de disfrute conjunto. Algunas tareas además fomentan la toma de decisiones y la independencia. Por ejemplo que ellos puedan elegir donde colocan sus cosas o en que orden realizan las tareas es un gran paso hacia la autogestión y la autoestima. Sin embargo hay una serie de recomendaciones, especialmente en niños con autismo, que creo que son de sentido común:

- Elegir la tarea entre las actividades que el niño puede hacer. Ya sabemos que nuestros niños a menudo no cumplen los hitos del desarrollo del niño neurotipico en el periodo correspondiente asi que es importante conocer sus destrezas antes de darles una tarea. Una buena estrategia es empezar por tareas que indicadas para edades más tempranas y tantear estas habilidades antes de pasar a tareas más complicadas.

Tabla de tareas según la edad para ser usada de modo orientativo


-Explicar la tarea con leguaje corto y sencillo y apoyarse de material visual o gestual. Ofrecer recompensa tras el trabajo.

-Armarse de paciencia y elogiar cualquier intento. Corregir lo que está mal de forma clara pero sin acritud. Animar al niño a repertirlo, no como castigo sino como forma de mejorar. "La practica hace el experto".

- Ayudar al niño si tiene dificultades para acabar.

- Es muy posible que el niño tienda a despistarse, se canse y se aburra. En este caso se debe redirigir  al niño y ayudarlo físicamente para acabar lo más rápido posible. La proxima vez intentaremos que la actividad dure un poquito más.


miércoles, 7 de marzo de 2018

Julieta. Historia de una niña con autismo.


En una entrada reciente os he hablado de las diferencias por motivos de género que presentan niños y niñas dentro del espectro. Como es de esperar en cualquier generalización, esto no sucede en todos los casos pero tengo que decir que, hasta el momento, Julieta responde bastante bien al patrón que os he descrito para las mujeres con autismo. 


Disfrutando de la nieve

Durante algún tiempo, como en todos los niños con autismo, nos era bastante difícil hablar de la personalidad de Julieta. Lo más que podíamos decir era que Julieta se comportaba muy bien, estupendamente, ni se le oía....Era un bebé muy bueno, ejem...Veis a donde quiero ir a parar? No teníamos demasiadas referencias porque por un lado su lenguaje era inexistente y por el otro estaba obsesionada con dos cosas: el pecho de mamá y Pocoyo. Salvo estas cosas poco más podíamos decir de sus gustos. 
Cuando empezamos a hacer terapia todo esto cambió y la personalidad de Julieta empezó a mostrarse. Poco a poco, empezamos a conocer a la personita que había dentro. Nos dimos cuenta por ejemplo de que Julieta disfruta mucho con la imitación tanto de personas como de sonidos de la calle. Durante un tiempo creía que esta era una de esas habilidades que Julieta solo hacía en casa pero en una reunión reciente del colegio su maestra me sorprendió contándome que a ella la imitaba continuamente sin ningún pudor. Al parecer, no se había dado cuenta al principio pero que un día observando a Julieta que estaba entretenida en algo que parecía una reprimenda al aire, una idea vino de pronto a su cabeza y se sorprendió diciendose a si misma: Soy yo! De verdad sueno así? Oh, dios mío! sueno como mi madre! Según Ms. McDonough, Julieta ha heredado su mismo accento Bostoniano, y al parecer el mismo que su madre... 
Imita también a nuestra logopeda que si bien es de familia hispana, tiene un marcado accento americano. De hecho a menudo habla en español con un accento americano llevado a la parodia y me recuerda mucho a mis propios juegos infantiles, a mediados de los 80, cuando cantábamos por fonética o ponías accento de guiri. Es muy simpático e ilusionante. 

Pero no solo en la imitación de personas se ha vuelto una experta, por la calle reproduce inmediatamente el sonido de los coches, camiones de bomberos y ambulancias y también los avisos de parada del metro. Le gusta jugar con muñecos e imita capítulos completos de su adorado Pocoyo.  Esto útimo le ha ayudado bastante con el desarrollo de juego imaginativo ya que nos da un guión de partida para crear historias nuevas. Como os comentaba en la entrada "Ellas. Autismo y género" a diferencia de los varones, la capacidad para imitar que presentan las niñas con autismo es un arma de doble filo ya que, si bien es una fortaleza a la hora de hacer terapia en habilidades sociales y comunicativas, también supone dificultades a la hora de diagnosticar un trastorno que en teoría afecta a la capacidad de imitación y es el principal motivo de infradiagnóstico en mujeres con TEA. 

Otra de las fortalezas que se han ido desarrollando en Julieta es su capacidad para hacer amigos. Para ser justos, esto no depende en exclusiva de ella o nosotros, si no también del grupo escolar al que pertenece y, en especial, de esa maestra tan molona que os he contado. Ms. McDonough, Ms. Cartagena y el grupo de 16 niños que forman parte de su clase se comportan como una gran familia en la que todos son bienvenidos y, lo que es más importante, todos son valorados. Muchos compañeros de su clase cuidan y se preocupan por Julieta y ella por su parte también cuida a los otros niños a su manera. No siempre comparten juegos, pero se alegran de verse y pasar tiempo juntos, celebrar cumpleaños, bajar al patio...Una cosa que hemos descubierto con Julieta que tira por tierra teorías ridículas sobre autismo y emociones, es que Julieta empatiza muy profundamente con sus amigos, especialmente cuando estos están tristes o enfadados. Los llantos de los otros niños le producen mucho desasosiego y cuando alguno protesta, ella se une al lamento también. 
Otra cosa que hemos observado y que es muy esperanzadora es que Julieta, como todos, también tiene sus preferencias en cuanto a sus amigos. Esto es muy importante porque no siempre pasa en niños con autismo que sean capaces de diferenciar entre familiares/conocidos y extraños. Ellos tratan a todas las personas como iguales, esto dice mucho de la inocencia de estos niños pero también supone un quebradero de cabeza para los padres. Julieta tiene sin embargo un amigo favorito que se llama Dominic y con el que comparte una relación única, Dominic es su muñeco, le lleva el gorro para que no pase frío, se preocupa de que desayune, lo consuela cuando llora... Dominic es el pequeño de la clase así que además esta interacción es muy adecuada a su edad. Creo que con él se siente segura porque están más cerca en el desarrollo y ambos tienen dificultades con el habla así que usan otras estrategias para comunicarse. 

En el parque disfruta mucho viendo a otros niños jugar, sin embargo, rara vez acude a junto ellos y cuando lo hace se sitúa en paralelo imitándolos. Parece como si creyera que están jugando juntos por el simple hecho de estar compartiendo el mismo espacio. Ella está contenta jugando sola y pero le gusta ver a los demás niños felices así que, a su manera, participa del juego de los niños también. Si la empujo para que les hable o intente un contacto, se angustia y los rehuye y sin embargo en ocasiones ella misma se acerca y los coge de la mano sin decir ni palabra para obligarlos a bajar por el tobogán o a jugar con ella a lo que sea que está jugando. Una vez más Julieta nos reafirma que la revolución será como ella la marque o no será. 
A menudo veo a los abuelos en el parque mirando a los nietos embelesados intentando adivinar qué es eso de lo que tanto se ríen sus nietos o qué es lo que les divierte. Esta escena me recuerda mucho a mi hija. Julieta es como el abuelo de todos los niños del parque, intentando entender sus juegos, sin pretenderlo, ella disfruta también.

Otra pasión recién encontrada es la música. Estamos acudiendo al programa de música para niños dentro del espectro del Boston Conservatory at Berklee y le encanta, en realidad nos encanta a todos los de la familia porque nos da la oportunidad de interaccionar con otras familias similares a la nuestra y pasar un rato de sábado divertido. La música se ha convertido en una de sus actividades favoritas y a veces es casi una obsesión. Ella canta y nos pide que cantemos continuamente. Nuestra casa parece el escenario de un musical y durante el tiempo de descanso en el colegio ameniza a sus compañeros con canciones populares gallegas.... 
Tocando el tambor.

En la clase de plástica también se lo pasa bien y al parecer tiene una manera muy personal de percibir el arte. Las cosas tienen que ser como ella dice pero tiene un buen criterio artístico y, en palabras de Jennie, la terapeuta ocupacional que la acompaña en esa clase, el resultado de su trabajo siempre es atractivo e interesante. 

Caballo. Julieta y Papá
Sobre el desarrollo de la fantasía y la imaginación ya os he contado acerca de Pocoyo, no? Pocoyo es, sin lugar a dudas, su Rockstar. Hemos intentado añadir a su programación otros dibujos animados y, tras bastante trabajo ahora compagina pocoyó y Peppa Pig, pero de ahí no pasa. Durante un tiempo me preocupaba tanta obsesión con el Pocoyó, especialmente porque estos dibujos se van quedando desfasados en comparación con los contenidos de otros dibujos animados que ven otros niños de su edad. En este sentido tengo que decir que en los últimos años la productora de Pocoyo hecho nuevos episodios con un contenido más maduro, con tramas relacionadas con el cuidado del medio ambiente, control emocional, uso de tecnologías...han incrementado personajes aumentando el ratio de peronajes femeninos y Pocoyo es más verbal así que seguimos disfrutándolos sin ápice de remordimientos.
En bici con Pocoyo
Me gusta Julieta, aunque sé que a los oídos de muchísima gente estas características que os he contado son propias del autismo y eso hace que se asusten o se pongan tristes. En Julieta sus excentricidades convergen hasta convertirse en una personalidad propia y encantadora a la que es difícil resistirse. Julieta es en el mismo día tímida y atrevida, cobarde y osada, sonriente y gruñona, ingenua y de una madurez apabullante. Nos enamora con solo una mirada de esas que a ella le cuestan tanto y con este simple gesto comparte con nosotros su felicidad.